
Tras el Huracán Irene comienza la evaluación de los daños y la resconstrucción; el coste económico podría ascender a miles y miles de millones de dólares, además de la mayor pérdida: al menos 43 personas han fallecido, ocho de ellas en Nueva York, siete en Nueva Jersey y otras seis en Carolina del Norte, según fuentes oficiales.
Origen de los huracanes:
La palabra Huracán procede del idioma maya. Era el nombre que utilizaban para llamar al Dios de las tormentas y a los espíritus diabólicos. La leyenda cuenta que fue un Dios creador que esparció su aliento en el principio de los tiempos, y de esa manera creó la Tierra.
Es curioso que en otros lugares se les llame de manera diferente al mismo fenómeno meteorológico; en las Islas Filipinas “Baguío o Barujo”, en India “Ciclón”, en México occidental “Cordonazo” , en el oeste del Pacífico norte “Tifón” o en Australia “Willy-Willy”.
Hoy en día están sumamente estudiados y por supuesto, se informa con tiempo de antelación de su formación.
¿Y cómo se forman?
Son tormentas que se originan en los océanos. Y se produce cuando reúnen tres factores: que la temperatura del agua sea superior a 28 ºC para que se produzca su evaporación y condensación en capas superiores; que la evaporación genere un centro de baja presión y que los vientos aporten aire frío en las capas altas de la atmósfera. En su ascenso se enfría, y el vapor de agua se condensa liberando gran cantidad de energía y formando nubes de tormenta que pueden superar los 15.000 metros de altura.
Los huracanes se intensifican cuando están situados sobre océanos tropicales o subtropicales, tanto en el hemisferio norte, como en el sur, ya que es ahí, donde la fuerza de rotación de la tierra es más fuerte, y por ello, se inicia el movimiento de rotación alrededor del centro de baja presión.
El bautizo:
El poner nombres a los huracanes es una costumbre que viene de siglos atrás. Antes, a los huracanes que afectaban a la zona del Caribe se les empezó a poner el nombre del santo del día que se producía.
Antes de 1950 los meteorólogos militares asignaban números a las tormentas tropicales (cuando los vientos son superiores a los 63km/h) y en la II Guerra Mundial se usó el alfabético fónico: Alfa, Bravo, Charlie, etc.
En 1953 comenzó a usarse los nombres femeninos ordenados alfabéticamente; la primera tormenta de la temporada siempre iba bautizada con un nombre que comenzase por “A”.
En 1978 llego la igualdad en género e incluyeron también nombres masculinos. Hoy en día son las naciones que conforman la OMM los que revisan la lista de los posibles nombres para seleccionar aquellos que son comunes a los idiomas inglés, español y francés.
Además, cada año se alterna empezar por un nombre masculino o femenino. Otra curiosidades son que las letras Q, U, X, Y y Z no se incluyen por la escasez de nombres que comienzan por esas consonantes. Cuando un huracán causa mucha devastación y muertes, no se vuelve a utilizar el nombre que le fue asignado por lo menos hasta los siguientes 10 años.
Qué hacer en caso de huracán
Cruz Roja da unos cuantos consejos útiles en caso de haber aviso de Tifón o tormenta tropical.
Antes:
- Si la casa es frágil o antigua mejor acudir a los centros públicos habilitados para estas circunstancias, donde además suele tener mantas, agua y comida necesaria ante los posibles cortes de luz.
- En caso de querer permanecer en la vivienda, revisar y reforzar puertas, ventanas y techos para evitar posibles derrumbamientos.
- Tener provisiones, agarrar los objetos que puedan moverse y ser un peligro dentro y fuera de la casa.
- Es aconsejable tener una radio con pilas para seguir las informaciones que se vayan dando en caso de que se corte el suministro de luz.
Durante:
- Mantenerse alejado de ventanas y puertas, estar pendiente de las informaciones y sobre todo, no salir hasta que lo confirmen las autoridades, ya que en ocasiones, el ojo del huracán puede crear un estado de calma que dure hasta una hora y sorprendernos.
Después:
- No coma nada de procencia dudosa, beber sólo el agua potable que se haya guardado.
- Usar zapato cerrado, y evitar andar por lugares no seguros.
- Si la casa no ha tenido ningun daño mejor permancer allí, hasta nueva orden.
- Mantener desconectado el gas, la luz y el agua hasta que se haya asegurado de que no haya ninguna fuga o corto circuito.
- Desalojar el agua estancada para evitar plagas de mosquitos y por supuesto alejarse de los lugares que puedan derruirse.
Fuente: Tutiempo.net , weathertiempo.org, Cruzroja.org
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